El crimen de Surcubamba fue ordenado desde EE.UU. para que el padre de la bebé no pase pensión

Un testigo protegido reveló que Emerson Meneses Gutiérrez, de 23 años, planeó el asesinato de la adolescente y su hija desde el estado de Idaho; su familia en Perú ejecutó el plan.
Por este crimen en Surcubamba solo Raydo Córdova está en prisión preventiva; la fiscalía sigue la pista de otros responsables.
Jhefryn Sedano
Jhefryn Sedano
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Empieza a esclarecerse el horrendo crimen de una adolescente y su bebé en Surcubamba, provincia de Tayacaja, en Huancavelica. Según las investigaciones de la Fiscalía y la Policía, el principal sospechoso es el padre biológico de la niña, quien habría ordenado el asesinato desde el extranjero para evitar una pensión alimenticia.

La hipótesis surge del testimonio de un hombre que el 27 de octubre se presentó espontáneamente en la Fiscalía Provincial Mixta de esa localidad para contarlo todo. Empezó diciendo que el crimen fue planificado desde Estados Unidos por Emerson Meneses Gutiérrez, de 23 años, padre biológico de la bebé y residente actual en el estado de Idaho, donde trabaja en una planta ganadera. En Perú, dijo, dejó un embarazo no deseado y su familia estaba dispuesta a “solucionarlo” por sus propios medios. “Emerson no quería ser papá. Si reconocía a la niña, la mamá lo denunciaría y tendría que pasar pensión. Por eso la bebé no lleva su apellido”, resumió el testigo.

El plan, según el testimonio, fue ejecutado con frialdad. Días antes del crimen, Ricardo Meneses Lázaro, conocido como ‘Deonato’ y abuelo paterno de la bebé, llamó a la madre adolescente. Le dijo que había llegado una encomienda de ropa desde el extranjero y que debía ir a recogerla a Vista Alegre. Le pidió que llevara a la niña con ella. Dato clave.

El 15 de octubre, a las 3:30 p.m., Raydo Córdova Prado (27), el presunto sicario, apareció en Bellavista con una moto lineal negra y casco oscuro. La víctima subió con su hija en brazos. En el camino, llegaron a Linda Huaycco, una quebrada aislada, donde los esperaba Robert Córdova Meneses (20), primo de Emerson, quien habría participado directamente en el crimen.

Según la Policía, madre e hija fueron estranguladas con cuerdas de nylon naranja y sus cuerpos colocados en costales de rafia. El informe forense indica que ambas fueron asfixiadas con crueldad extrema.

Costales y llamadas

Durante las diligencias, se encontraron costales similares en la casa de Rosa Gutiérrez Sotacuro, abuela paterna de la bebé. En su domicilio había uno con granos de maíz, del mismo tipo y diseño que los utilizados en el crimen.

La fiscalía también detectó 17 llamadas perdidas entre ‘Deonato’ y Robert después del crimen. Aunque no fueron atendidas, la intensidad de la comunicación en ese horario es otro dato clave para la investigación.

El testigo también asegura que el dinero llegó “de manera directa” a los sicarios, aunque desconoce el monto.

“Todo se acordó en familia”, dijo.

Meneses fue interrogado por videoconferencia desde Idaho. Negó haber ordenado el crimen y dijo que regresaría al Perú en 2027, además de que evaluaba someterse a una prueba de ADN, puesto que dudaba ser el padre de la niña.

Mientras tanto, Raydo Córdova cumple prisión preventiva de nueve meses en el penal de Huancayo por sicariato, y Robert Córdova permanece prófugo.

El testimonio del testigo podría ser la pieza que complete el rompecabezas de un crimen que conmovió a Tayacaja.