“La Policía te está extorsionando, pero ellos viven de lo que tú estás pagando. Y si te tratan como a un delincuente, no es tu culpa, dale gracias al regente”, dice Gimme tha Power de Molotov. En el Perú, esas letras no envejecieron; describen la realidad con una claridad dolorosa. Y es que aquí, las fuerzas del orden y el Gobierno son parte de la enfermedad crónica nacional; uno reprime, el otro blinda, y ambos sobreviven de la infección. En ese contexto, el país respira con dificultad, la fiebre no baja y los síntomas se repiten día tras día —corrupción, miedo, impunidad y demás vicios reconocibles— como un ciclo que no se rompe. Las calles arden y se desangran por el crimen, mientras quienes deberían contenerlo se pudren al mismo ritmo en sus despachos.
Extorsiones, coimas, asesinatos y encubrimientos marcan el latido diario de una institución policial que parece perder su batalla contra el delito. La reciente captura de doce agentes involucrados en sicariato, narcotráfico y chantaje —vinculados a la banda criminal Los Piratas, desarticulada en un operativo simultáneo en Lima, Bagua, Chachapoyas, Juanjuí, Yurimaguas e Iquitos— es solo una muestra de una decadencia extendida. Se estima que este grupo acumuló más de tres millones de soles en ganancias ilícitas. Casos así ya no sorprenden, con malos elementos manchando el honor de una organización que debería resguardar a la ciudadanía, no sumarse a los malhechores. Lamentablemente, el uniforme pierde respeto e impone temor.
“Las fuerzas del orden y el Gobierno son parte de la enfermedad crónica nacional; uno reprime, el otro blinda, y ambos sobreviven de la infección”
Al tiempo que el cerebro del poder —Palacio y el Congreso— sigue contaminado y contaminando. El Gobierno no pretende sanar ni permitir que sanemos, únicamente administra su deterioro. Así fue con la repudiada Dina Boluarte y ahora con el deslegitimado José Jerí, que reparte ministerios entre fujimoristas, apristas, acuñistas y conservadores. Esta transición no representa cambio alguno, sino un continuismo que protege aliados, sostiene abusos policiales y legisla para garantizar su propia supervivencia. En su lógica, mantener a la población débil es perpetuar el control buscando una nación agotada que proteste menos, se indigne poco (o nada) y olvide pronto; no obstante, sí acusar —desde la ignorancia— de “terroristas” a aquellos que se atreven a levantar la voz.
Todo esto refleja cómo la delincuencia se convirtió en el enemigo más visible. No avanza sola, pues se fortalece debido a ciertos miembros de la cúpula político-policial. Si el ladrón dispara, es porque nunca falta alguien —desde el Legislativo, Ejecutivo o autoridad de seguridad— que le brinde, directa o indirectamente, una salida: postergando reformas, archivando procesos, aprobando normas permisivas o concediendo silencios y liberaciones. En tanto, gran parte de la sociedad permanece adormecida. Marchar es peligroso, exigir justicia se considera subversión y manifestarte puede costarte la integridad. En la movilización del 15 de octubre se reportó la muerte de un joven, Eduardo Mauricio Ruiz Sáenz, rapero conocido como Trvko: otro nombre que las altas esferas intentarán sepultar en el olvido.
“El enemigo no solo apunta con una pistola: también legisla, ordena y reprime. La delincuencia nace en el poder y desemboca en nuestras calles”
Con todo lo mencionado, aún hay oportunidad de que los que faltan también despierten. De ver que el enemigo no solo apunta con una pistola, ya que puede legislar, ordenar y reprimir. De entender que la actividad delictiva es una cadena que nace en el poder y desemboca en nuestras calles —o viceversa—, repitiéndose un círculo vicioso que nadie se atreve a quebrar. Porque todo es político, incluso el silencio. Y protestar, hoy, es un gesto de dignidad ante un Estado que criminaliza el descontento. Si no arrancamos el problema de raíz —con una reforma policial profunda y la destitución política de quienes sostienen este sistema corrupto—, el país seguirá pudriéndose desde arriba, hasta que no quede nada sano por salvar.