La Junta de Fiscales Supremos eligió este lunes a Tomás Aladino Gálvez Villegas como fiscal de la Nación interino, tras la suspensión por seis meses que enfrenta Delia Espinoza por decisión de la Junta Nacional de Justicia (JNJ). Gálvez, que volvió al Ministerio Público luego de que el Tribunal Constitucional anulara su destitución, asumirá la conducción del organismo en medio de un ambiente de tensión institucional.
Gálvez genera enfrenta investigaciones abiertas por el caso “Los Cuellos Blancos del Puerto”, la red de corrupción judicial encabezada por el exjuez supremo César Hinostroza y exmiembros del Consejo Nacional de la Magistratura. A Gálvez se le atribuyen presuntos delitos de tráfico de influencias, patrocinio ilegal y organización criminal. En 2020, el Poder Judicial incluso le dictó impedimento de salida del país por un año en el marco de esas pesquisas.
En 2021, la JNJ lo destituyó como fiscal supremo por faltas graves vinculadas a estas presuntas irregularidades. Sin embargo, en 2024, el Tribunal Constitucional anuló ese proceso disciplinario y ordenó su reincorporación. Desde junio de este año, Gálvez volvió a ocupar el cargo de fiscal supremo titular, con despacho en la Fiscalía Suprema de Familia.

Su llegada a la jefatura interina del Ministerio Público ocurre luego de que Pablo Sánchez, quien había sido designado para cubrir a Espinoza, declinara por motivos personales. La Junta de Fiscales Supremos decidió entonces optar por Gálvez, pese a sus antecedentes cuestionados. En esa elección también se barajaban los nombres de Zoraida Ávalos, Patricia Benavides y Juan Carlos Villena.
El caso Cuellos Blancos del Puerto es siendo uno de los mayores escándalos de corrupción del sistema judicial peruano. Las investigaciones revelaron audios y favores entre jueces, fiscales, empresarios y políticos para manipular procesos, designaciones y sanciones. Gálvez fue uno de los magistrados señalados de tener vínculos con esta red y todavía enfrenta diligencias en curso.
Comunicado del Ministerio Público



