Un agente de la policía anticorrupción de Huancayo desempeñó un papel decisivo en la captura de Ángel Berrío Carmona, motociclista acusado de provocar la muerte de Teobaldo Gallegos Zegarra, de 70 años, en un atropello ocurrido el pasado 15 de abril en Cusco, en la avenida La Cultura, sector Arcopunku, y de huir sin auxiliarlo.
La detención, ocurrida en Cusco y ordenada por el Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria de dicha ciudad, se concretó tras cuatro meses de investigación. Según el expediente, Berrío conducía una motocicleta Yamaha Tenere XTZ250Z (placa 004-06X) a alta velocidad cuando embistió al peatón, quien cruzaba por un paso peatonal. El impacto le provocó politraumatismo severo y un paro cardiorrespiratorio que derivó en su muerte poco después, en el Hospital Regional de Cusco.
En lugar de auxiliarlo, el conductor movió al herido al carril contrario con ayuda de un desconocido y huyó hacia la zona de Limacpampa. Por estos hechos, la Fiscalía le imputa los delitos de homicidio culposo, omisión de socorro y fuga en accidente de tránsito, con una prognosis de pena que supera los ocho años.
La hija de la víctima, Carla Yanina Gallegos Hinojosa, denunció que la investigación a cargo de la Unidad de Protección e Investigación de Accidentes de Tránsito (UPIAT) de Cusco avanzaba con lentitud, obligándola a asumir tareas propias de la policía. Recolectó videos de cámaras de seguridad, ofreció recompensas y difundió el caso en medios locales, hasta identificar al sospechoso vinculado a un club de motociclistas.
Frustrada por la inacción, contactó a Oscar Elier Chuspe Bazalar, del Departamento Desconcentrado contra la Corrupción de Huancayo, quien coordinó con la Policía Anticorrupción de Cusco para dar con el paradero de Berrío. “Gracias a ellos recuperé un poco de fe en las instituciones”, afirmó la mujer a Cusco Post, y exige que la Fiscalía solicite prisión preventiva para evitar una nueva fuga del imputado.
La detención preliminar de 72 horas se sustenta en actas policiales, testimonios presenciales, necropsia, registros vehiculares y un informe técnico que confirma que Gallegos Zegarra no había consumido alcohol y que la causa de muerte fue el politraumatismo por accidente de tránsito.