La crisis de salud respiratoria en Perú se intensifica a medida que se reportan más de 700,000 casos de infecciones respiratorias agudas (IRAs) en lo que va del año, con cifras alarmantes que revelan la necesidad urgente de medidas preventivas efectivas, especialmente en poblaciones vulnerables. El Dr. Manuel Jumpa Santamaria, director del área de salud de la EPG Continental, comparte su análisis sobre la grave situación de la salud respiratoria en el país, subrayando la influencia del fenómeno del friaje en el aumento de casos.
Hasta la semana 24 del 2025, Perú ha registrado 54,300 episodios de neumonía, de los cuales 14,400 han requerido hospitalización y 1,400 han resultado fatales. A pesar de que la mortalidad en niños menores de un año ha disminuido, los adultos mayores de 60 años sufren la mayor tasa de mortalidad, con 19,400 casos reportados en este grupo, reflejando una letalidad del 5,9%. “La evidencia indica que hemos alcanzado la tasa más baja de defunciones por neumonía en los últimos años, pero la preocupación persiste”, afirmó el Dr. Jumpa.
Los factores epidemiológicos destacan que la inmunosenescencia, las comorbilidades y la malnutrición son causas claves detrás de la alta incidencia en los adultos mayores. El frío extremo, especialmente en regiones como Cusco y Puno, exacerba estos problemas al aumentar la vasoconstricción en las vías respiratorias, favoreciendo bronquitis y neumonía.
El Dr. Jumpa advierte sobre las condiciones críticas de vivienda en muchas comunidades. Habitaciones mal aisladas y la exposición al humo de leña son factores que elevan el riesgo de infecciones respiratorias. Para mitigar estos riesgos, recomienda aislamiento térmico, ventilación cruzada y el uso de cocinas mejoradas.
Desde una perspectiva de salud pública, subraya que el friaje no solo actúa como un desencadenante de epidemias respiratorias, sino que también refleja problemas más profundos como el aislamiento geográfico y la pobreza. “Debemos abordar estos determinantes sociales evitables para reducir la carga de enfermedades respiratorias”, agregó.
La comunidad científica respalda estrategias integradas que incluyen vacunación, suplementación nutricional y educación en salud para combatir la morbilidad y disminución de mortalidad en estos escenarios críticos.
El Dr. Jumpa también enfatiza la importancia de preparar adecuadamente a los profesionales de la salud para enfrentar estas crisis. “Es crucial que los futuros médicos desarrollen competencias en diagnóstico temprano, manejo racional de antibióticos y enfoques comunitarios para la prevención”, destacó.
Finalmente, insta a las familias a adoptar medidas preventivas en el hogar. Recomienda no exponerse a cambios bruscos de temperatura, utilizar mantas térmicas, y priorizar la vacunación estacional.