Congreso de la República: El principal responsable

Un recuento de las normas aprobadas por el Parlamento en desmedro del sistema democrático.
Gloria Montenegro
Gloria Montenegro
Exministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, y ex congresista de la República.
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El Perú está viviendo tiempos difíciles. No solo enfrentamos una ola de inseguridad ciudadana y corrupción, sino también un grave retroceso democrático impulsado desde el propio Congreso de la República.

Hoy, es más importante que nunca alzar la voz para recordar a la ciudadanía quiénes son los verdaderos responsables de que nuestra política esté atrapada en prácticas obsoletas y corruptas.

Lejos de fortalecer la democracia, el actual Congreso, con aprobación de solo el 2% de ciudadanos, ha desmantelado las principales conquistas de la Reforma Política promovida en el 2019. Aquella reforma buscaba modernizar la inscripción de partidos, las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias; promover la transparencia en el financiamiento político; garantizar elecciones entre verdaderos partidos políticos y hacer realidad la paridad y alternancia de género.

¿Qué hicieron los congresistas actuales?

  • Se bajaron las elecciones primarias abiertas (PASO), dejando otra vez en manos de cúpulas partidarias la elección de candidatos.
  • Debilitaron el control sobre el financiamiento partidario, aumentando los riesgos de lavado de activos en campañas políticas.
  • Recortaron avances en paridad y alternancia, retrocediendo en la representación de las mujeres.
  • Eliminaron la responsabilidad penal de los partidos, abriendo las puertas a nuevas mafias políticas sin sanción efectiva.
  • Vuelven a exigir más de 700 mil firmas para fundar un partido político, sabiendo que esto alimenta la reventa de firmas falsas, como en el pasado.

Todo esto demuestra que el Congreso pro crimen, pro ilegalidad, informalidad y más, legisla para sus propios intereses y no para fortalecer nuestra democracia.

Un antecedente que no podemos olvidar y la historia nos enseña. Durante las elecciones generales del año 2000, el país fue testigo de un escándalo vergonzoso: la inscripción del partido Perú 2000 de Alberto Fujimori mediante la falsificación de más de un millón de firmas. Miles de peruanos descubrieron con indignación que sus nombres fueron usados sin su consentimiento.

Aquel fraude fue una señal del nivel de corrupción que se vivía en las instituciones y que terminó derrumbando el régimen fujimorista.

“El futuro del Perú no puede quedar en manos de los mismos de siempre. Necesitamos una ciudadanía despierta”.

Hoy, con los cambios regresivos impulsados por el Congreso, estamos peligrosamente cerca de repetir la misma historia. No podemos permitirlo.

En lugar de caer en la desesperanza, debemos organizarnos y ejercer vigilancia activa.

Algunas acciones concretas:

  • Informarnos y compartir información verificada sobre estos retrocesos.
  • Apoyar movimientos y partidos que defiendan la democracia, no los intereses de mafias políticas.
  • Exigir reformas profundas y reales para frenar la corrupción electoral.
  • Cuidar nuestro voto en cada elección, fiscalizando los procesos y denunciando irregularidades.

Ir a elegir, no es solo votar, es elegir pensando en el país. El futuro del Perú no puede quedar en manos de los mismos de siempre. Necesitamos una ciudadanía despierta, comprometida y decidida a defender su derecho a una verdadera democracia.

¡Hagamos política de la buena!

Hoy más que nunca, nuestra voz cuenta. Nuestra acción es urgente. No bajemos los brazos. No entreguemos el Perú a quienes solo buscan enriquecerse del poder.