Sí, suena irónico. Un aeropuerto cuyo propósito es operar la mayor parte del tiempo para facilitar el transporte aéreo parece pasar más días cerrado que en funcionamiento. Aunque Corpac afirma estar comprometida con un servicio “seguro y eficiente”, la realidad muestra lo contrario.
El Aeropuerto Francisco Carlé de Jauja ha registrado más de 15 días de cierre debido a condiciones climáticas adversas y trabajos de mantenimiento en la pista de aterrizaje.
Los cierres comenzaron en febrero, cuando el aeropuerto permaneció inactivo durante cuatro días. Además, desde el 20 de febrero, se implementó el cierre del primer domingo y lunes de cada mes. A esto se suman las suspensiones del 6, 7 y 8 de marzo, así como un nuevo cierre programado del 21 al 23 de marzo.
En esta última ocasión, la Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial (Corpac) anunció que adelantará los trabajos de mantenimiento, aprovechando la disponibilidad de una planta de asfalto, un recurso escaso en temporada de lluvias. Sin embargo, la frecuencia de estos cierres ha generado preocupación entre los pasajeros y las aerolíneas.
Latam, una de las principales aerolíneas que operaba en Jauja, decidió suspender sus vuelos a esta parte del país debido al estado crítico de la pista de aterrizaje. Esta situación afecta la conectividad de la región y genera incertidumbre en los viajeros, quienes ven limitada su opción de transporte aéreo.
Corpac ha reiterado su compromiso con un servicio “seguro y eficiente”. No obstante, la constante suspensión de operaciones pone en evidencia problemas de planificación e infraestructura, lo que podría impactar negativamente en el desarrollo económico y turístico de la región.