En las costas y ríos del Perú, los cetáceos transitan desapercibidos para la mayoría de la población. Pocos saben que estas especies están presentes en el territorio nacional de manera constante y menos aún, que su preservación enfrenta serios desafíos.
Con esta preocupación, la bióloga marina Sarai Cortez Casamayor inició en 2019 un esfuerzo personal para sensibilizar sobre la importancia de los cetáceos en el país.
Lo que comenzó como una iniciativa de divulgación en redes sociales creció hasta convertirse en Proyecto Cetáceos Perú, una ONG que hoy trabaja en la conservación de estos mamíferos marinos a través de la ciencia ciudadana, la investigación y el turismo responsable.
Ciencia ciudadana
Una de las principales estrategias de la ONG es la ciencia ciudadana a través de la Red Ciudadana de Avistamiento de Cetáceos, que permite a cualquier persona contribuir con datos sobre la presencia de estos animales en distintas regiones del país.
“Si realmente hay una persona que nos dice ‘hemos visto delfines’ y quiere ser parte de la red, la red está superabierta a recibir cualquier tipo de reportes”, explica Cortez.
En apenas dos semanas desde su lanzamiento, la red ya ha recibido más de 24 registros. El involucramiento de los ciudadanos no solo permite la recolección de datos valiosos sobre la distribución de estas especies, sino que también fomenta la empatía y el respeto por los cetáceos.
“Al involucrar a las personas, esa empatía que sienten también empieza a crecer”, agrega Cortez.

Turismo responsable
El avistamiento de cetáceos es una industria creciente en Perú, especialmente entre julio y octubre, cuando las ballenas llegan a reproducirse en la costa norte.
Sin embargo, la falta de regulaciones adecuadas podría afectar la sostenibilidad de la actividad y la conservación de las especies. “Si bien la industria ya tiene más de 15 años aquí en nuestro país, es relativamente nueva en comparación con otros lugares. Aún estamos a tiempo de regular estas actividades”, señala Cortez.
La ONG busca trabajar con operadores turísticos para promover prácticas responsables y reducir el impacto de la actividad sobre las ballenas y delfines. Actualmente, las normativas peruanas solo regulan la distancia mínima de acercamiento a los cetáceos, pero no incluyen otros factores como el número de embarcaciones o los tiempos de observación.
“Yo he visto cómo 20 embarcaciones encierran a una ballena para tener el avistamiento más bonito”, comenta Cortez sobre la necesidad de mejorar las regulaciones.
Divulgación científica accesible para todos
La ONG también enfatiza la importancia de traducir el conocimiento científico en un lenguaje comprensible para el público en general. A través de redes sociales, generan contenido didáctico que permite a las personas involucrarse en la conservación. “La ciencia no tiene por qué ser complicada para todos.
A través de videos dinámicos y publicaciones, podemos transformar conceptos complejos en información clara, atractiva y fácil de entender”, afirma Mauricio Delgado Alcandré, coordinador de proyectos y estrategias. El trabajo de divulgación también busca que las comunidades costeras y los actores del turismo comprendan la importancia de estas especies en el ecosistema.
“No vamos a poder conservar lo que no conocemos”, agrega Delgado.
Hacia una conservación sostenible
Proyecto Cetáceos Perú continúa expandiendo sus iniciativas para asegurar una coexistencia sostenible entre las actividades humanas y los cetáceos. La recolección de datos, la educación y la regulación del turismo son pilares clave en su misión.
“Si nosotros queremos que esta actividad siga ocurriendo y que las personas sigan teniendo el acceso a ella, es necesario generar este ambiente sostenible”, explica Cortez. La ONG está enfocada en el trabajo colaborativo con las comunidades locales para lograr este objetivo.
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