La seguridad y el destino del mundo se juega en estos momentos en Ucrania. Varios analistas de la política internacional sostienen que estamos al borde de la tercera guerra mundial.
Aquí en el Perú como que no le prestan la importancia debida. Pero la realidad es espantosa y de terror. De desatarse una conflagración mundial ningún país del orbe permanecerá inmune, todos se verán afectados, especialmente en lo económico.
Incluso los EE.UU., como lo hicieron en el pasado, podrían pedirle soldados al Perú para que vayan al combate. Es decir, a la muerte.
En realidad, la guerra en Ucrania la vienen sosteniendo los Estados Unidos y sus aliados como Francia, el Reino Unido, Alemania y otros contra la Federación Rusa.
Esta guerra lleva más de dos años y no se vislumbra si tendrá fin en el corto plazo. Joe Biden se va el 20 de enero del 2025 y el mundo espera que Donald Trump cancele una guerra fraticida.
Como sabemos, Rusia inició una operación militar especial contra Ucrania, argumentando que su seguridad como país estaba en grave peligro. Toda vez que la OTAN (bloque guerrerista controlado por los Estados Unidos y que tiene como aliados a los países occidentales de Europa, pretende expandirse hacia el Este), utilizando el territorio ucraniano como punta de lanza contra Rusia.
De acuerdo con las recientes informaciones de las agencias internacionales, Ucrania, prácticamente, tiene perdida la guerra, pese a la asistencia militar de los Estados Unidos, Francia, el Reino Unido y Alemania. Pese a ello, los gobernantes ucranianos persisten en la guerra a costa de destruir su territorio y la muerte de sus jóvenes soldados.
Para contrarrestar una inminente derrota, el presidente de los EE.UU, Joe Biden, y sus aliados, han autorizado que Ucrania dispare contra Rusia misiles de largo alcance de fabricación estadounidense, así como misiles franceses e ingleses, escalando aún más el conflicto.
Rusia ha respondido lanzando un poderoso misil hipersónico contra Ucrania y que hasta hoy era desconocido en todo el mundo, el Oréshnik.
Estos hechos muestran que la guerra en Ucrania ha sobrepasado los límites regionales convirtiéndose ya en una guerra de dimensión global. Vale decir, comprometiendo a todo el Mundo.