Asfixiados al tratar de escapar del incendio que consumía uno de los pabellones del penal de Huancayo, fallecieron cinco internos y otros doce resultaron heridos. Según los familiares, los agentes penitenciaros no abrieron oportunamente la puerta del pabellón porque creyeron que se trataba de un intento de fuga.
Además, sumado a la demora de los bomberos y paramédicos, por cuestiones de seguridad, la bomba de tiempo terminó por estallar.
“Las condiciones en la que viven los reos es crítica. Algunos tienen que dormir en los baños porque no hay espacio”, dijo un policía que participó en el levantamiento de los cuerpos.
Los más de 700 internos se encontraban en sus dormitorios cuando empezó el fuego en el primer piso del pabellón 02, donde funcionan los talleres de confección y que se encuentra lleno de material inflamable.
“Algunos (internos) estaban despiertos y sintieron la humareda que se colaba por las ventanas y trataron de escapar”, dijo un familiar de un sobreviviente.
El humo, en segundos, copó el segundo y tercer piso, la desesperación fue masiva y los internos en estampida trataron de salir por una grada angosta. Varios quedaron atrapados buscando la única salida del pabellón. La situación se agravó porque la puerta principal se encontraba cerrada.
“Gritaban desesperados y los del INPE no abrían porque creía que se trataba de un intento de fuga”, contó un policía a Huanca York Times.
“Tuvieron que romper las ventanas de barrotes del segundo y tercer piso para ponerse a salvo. Se lanzaron sobre los techos de calaminas de los talleres del primer piso y solo así pudieron escapar”, dijo otra fuente policial.
El siniestro habría comenzado a eso de las 9 de la noche del miércoles por causas aun no esclarecidas y fue controlado por los bomberos unas cuatro horas después.
Los cuerpos fueron recuperados por sus mismos compañeros y los heridos con complicaciones tuvieron que ser llevados al hospital Carrión.
Por la tarde fueron retirados de la morgue judicial los cadáveres de Marcelo Huamán Mendoza (52) y de Royer Jhoselin Cucho Meza (30). El primero de ellos será trasladado a Huancavelica, a Angaraes, al distrito de Huanca Huanca.
Los restos de Segundino Almonacid Aguilar (47), César Carlos Enrique Pariona (68) y de Bernabe Fernando Pusari Ponce (41) aún permanecen en el mortuorio. De éste último su padre arribó desde su natal Pasco.
“No abrieron la puerta principal, quizás se pudieron salvar”, dijo otro de los familiares.
Los policías de Seguridad del Estado se encuentran a cargo de las investigaciones y recién hoy un perito en investigación de incendios de la PNP se encargará de analizar todo el contexto y situación que ha producido el siniestro.