Ganó una beca de estudios en medicina y sueña con tener su fundación de lucha contra el cáncer

Lucero Pipa Paúcar, una estudiante de 18 años, beneficiaria de Beca 18, natural del de San Ramón, estudia Medicina Humana en la Universidad Científica del Sur para combatir el cáncer, un mal que aquejó a su madre.
Lucero Pipa Paúcar (18) sueña con tener su fundación para la lucha contra el cáncer
Huanca York Times
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En medio de la selva central, en el distrito de San Ramón, en Chanchamayo, región Junín, vive Lucero Pipa Paúcar, una joven estudiante usuaria del programa Juntos, de 18 años, quien vio de muy cerca cómo el cáncer puede cambiar la vida de las personas.

A su mamá Nancy, de 37 años, le detectaron cáncer de tiroides, en el 2013, lo cual significó un proceso de adaptación a una nueva vida porque tuvo que pasar muchas horas entre consultas médicas y tratamientos para vencer esta terrible enfermedad.

En medio de esta situación, Lucero encontró su verdadera vocación. Cuando aún cursaba la secundaria, destacada por su activa participación en clases, logró las mejores notas y obtuvo algunas medallas de reconocimiento en concursos escolares; logró ingresar al Colegio de Alto Rendimiento Pasco y es ahí donde decide estudiar la carrera profesional de medicina humana.

Y lo logró. En el 2023, con el apoyo de sus maestros, familiares y el acompañamiento del gestor local del programa Juntos, quien la orientó durante el proceso de postulación a Beca 18 del Pronabec, Lucero obtuvo una beca integral de estudios superiores en la Universidad Científica del Sur para estudiar la profesión que tanto deseó.

“Desde pequeña siempre he querido ayudar a los demás porque he visto de cerca lo difícil que es cuando alguien padece por alguna enfermedad que le puede cambiar la vida. Cuando acabe mi carrera anhelo brindar mis servicios como profesional de la salud a las comunidades y zonas rurales que no tienen las mismas oportunidades de acceso que otros. Quiero mejorar la calidad de vida de más personas”, comenta Lucero.

En sus tiempos libres realiza servicio de voluntariado en atención para niños y ancianos en diversos hospitales, lo que le está permitiendo conocer más de cerca su carrera. Sin embargo, su principal ejemplo está en su hogar, la lucha, coraje y fortaleza que demuestra su mamá, son el impulso para que Lucero no se detenga y alcance la meta trazada.

“Caerse es parte del proceso. Si tú te caes aprendes una lección, y en esta vida se aprende, se construye y se logra. Estoy muy segura que lograré uno de mis objetivos, tener una fundación que pueda ayudar a las personas con cáncer, a que luchen y puedan sentirse acompañados en sus peores momentos”, señala Lucero.