“Los ojos de Guillermo”, por Jorge Ponce

"Las fotos de Joo no son simples retratos o reflejos de un clic. Van mucho más allá. Es la vida en movimiento, en sus impactos, en sus golpes, en sus alegrías y tristezas. Fotografías que provocan llanto, recuerdos y también despiertan admiración por lo bello que es la vida".
Periodista Jorge Ponce
Jorge Ponce
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Periodista
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Tengo en mis manos el libro gráfico periodístico “Testigo de una Época”, cuya autoría pertenece al maestro Guillermo Joo Muñoz.
Genial, testimonial, viviente, cuyo efecto queda no solo en el deleite del observador, sino que trasciende hacia una reflexión cósmica de la vida. 

Y un trabajo como este, podía solo ser hecho por un hombre que nutrió sus conocimientos en la amplitud de la universidad de la vida. Caminando diariamente sobre el polvo y el barro, bajo un calcinante sol y tempestades de lluvia y granizada.

Guillermo se hizo reportero gráfico y redactor periodístico en ese ambiente de contacto directo con la naturaleza y en los excepcionales sucesos humanos. La temática principal de Guillermo es el mundo andino, el arte en sus diferentes manifestaciones y ligadas muy íntimamente al quehacer popular.

Es decir, fuera de los esquemas y parámetros de un recinto academicista, por lo menos de aquellos años. Aunque, obviamente, Guillermo también transitó por las aulas académicas.

Las fotos de Joo no son simples retratos o reflejos de un clic. Van mucho más allá. Es la vida en movimiento, en sus impactos, en sus golpes, en sus alegrías y tristezas. Fotografías que provocan llanto, recuerdos y también despiertan admiración por lo bello que es la vida.

 

“Conocí a Guillermo Joo por los años 80’ en la redacción del diario Correo. Muy serio él, de poco hablar en el interior del periódico, pero su talento se notaba a simple vista”

 

Guillermo tiene la virtud de fusionar la fotografía con la información periodística comentada con conocimiento de causa. Tal como piensa, conoce y habla, así lo escribe y lo fotografía.

El autor hace rato que es un distinguido referente en su profesión, que trasciende, incluso, las fronteras nacionales. En los muchos comentarios que sobre la fotografía de Joo he leído hay tres que destacan: “Atardecer Huanca”, la “Tragedia minera de Chúngar” y la secuencia sobre la muerte del sargento de la policía Ramiro Villaverde en las aguas del río Mantaro.

Sin embargo, en las numerosas fotos publicadas en blanco y negro, hay más para disfrutarlas, como “La Feria Dominical de Huancayo” siempre histórica, “El antiguo Coliseo de Huancayo”, lugar de muchas diversiones, “Venteando la cebada” en el campo rural, “El recojo y venta del diario Correo en burro”, “El Paisaje Huanca” rudo y hermoso. A ellos se suman personajes, artistas y diversos sucesos.

Conocí a Guillermo Joo por los años 80’ del siglo pasado en la redacción del diario Correo. Muy serio él, de poco hablar en el interior del periódico, pero su talento se notaba a simple vista. Y hoy en el que por la edad muchos han pasado a sus “cuarteles de invierno”, Guillermo sigue en la brega, pues es imposible abandonar una honda pasión.

“Ver para creer”, dijo Santo Tomás. Pues, entonces, hay que poner bajo nuestros ojos y apreciar en el amplio sentido de la palabra “Testigo de una Época”. Y después que usted lo vea podríamos seguir conversando.