La derrota social

"La sociedad peruana ha decidido esperar pasivamente hasta el 2026, como si las nuevas elecciones van a solucionar los problemas de un sistema social que está podrido hasta la médula. Miles quieren irse del Perú, porque el presente y el futuro son sombríos"
Periodista Jorge Ponce
Jorge Ponce
Jorge Ponce
Periodista
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La sociedad peruana ha sido derrotada totalmente. La sociedad peruana ha perdido toda capacidad de presionar o influir en las autoridades para que cambien su forma de gobernar. La sociedad peruana ha decidido esperar pasivamente hasta el 2026, como si las nuevas elecciones van a solucionar los problemas de un sistema social que está podrido hasta la médula. Miles quieren irse del Perú, porque el presente y el futuro son sombríos.

Estas apocalípticas frases pertenecen a la analista política peruana María Fe Celis, en un artículo aparecida recientemente en un medio internacional.

Vemos una indiferencia clamorosa de la sociedad con la política. La gente prefiere resistir con estoicismo los problemas sociales y económicos. La derecha triunfante consolida su poder.

La situación del país ha ido agravándose desde que Dina asumió el poder con el apoyo y protección del Congreso. El deterioro del costo de vida se agrava y los gobernantes no dan respuesta, demostrando con ello que los graves problemas de la gente no les importa. La corrupción y las taras de una burocracia, escandalosamente inepta, no hay cuando acabe. Lo palpamos en el fracaso de los presidentes regionales y alcaldes.

Las víctimas que perdieron a sus seres queridos en las protestas, ven que sus justos reclamos van camino a la impunidad. Las denuncias contra Dina Boluarte se acumulan. El Congreso de manera desvergonzada modifica y da leyes como le viene en gana y en función de sus intereses.

La clase empresarial tampoco hace olas y se mantiene mirando desde el balcón, cuidando, eso sí, que sus intereses no sean tocados.
No existen auténticos partidos políticos organizados, que respondan a las exigencias y necesidades del pueblo. Esto acarrea la carencia de líderes populares que ganen la empatía de la gente y se conviertan en potenciales candidatos ganadores.

La apatía de la población tiene que ver, también, con la fuerte represión que produjo decenas de muertos y heridos cuando salieron a protestar.

La coyuntura política del corto plazo hace vislumbrar que la presidenta y este Congreso, definitivamente, se quedarán hasta el 2,026.
Más aún cuando Dina acaba de recibir un espaldarazo internacional en su visita a China y el cual se consolidará mejor en noviembre con el foro de la Asociación Económica Asia Pacífico que se realizará en el Perú y la inauguración del megapuerto de Chancay, en las cuales Boluarte se presentará sonriente y triunfante.