El reciente y arrollador triunfo electoral de Nayib Bukele en El Salvador, que le permitirá seguir gobernando a este país por cinco años más, ha puesto sobre la mesa de debate su efectivo estilo de lucha contra la delincuencia organizada y a la cual la ha derrotado rotundamente.
Quiero tratar el fenómeno Bukele, puesto que en el Perú la delincuencia va creciendo cada día que pasa y que ha convertido a nuestro país en un escenario de creciente inseguridad, infectando casi todo el cuerpo de la Nación.
El Salvador es un pequeño país ubicado en América Central de apenas 21,041 Km. cuadrados y con poco más de 6 millones de habitantes.
Este país, hace cinco años, se encontraba, prácticamente, secuestrado por tres poderosas bandas delincuenciales, que habían puesto de rodillas al gobierno salvadoreño, obligándolo, incluso, a que los trate como interlocutores válidos. El Salvador tenía los más altos índices de homicidios del Mundo y donde reinaban las pandillas de delincuentes.
Fue entonces en que Bukele asume el poder y después de cinco años de gobierno, las políticas de seguridad que llevó adelante han convertido hoy a El Salvador en uno de los países más seguros del Mundo.
¿Qué hizo Bukele para conseguir tal hazaña? Es la pregunta del millón.
Bukele le declaró “la guerra total” a los pandilleros que durante décadas provocaron terror y extorsiones en gran parte de su país.
El Salvador lleva casi dos años en estado de emergencia y con un régimen de excepción, el cual ha permitido poner en la cárcel a más de 70 mil personas acusadas de pertenecer a las pandillas.
Pero, esta medida de Bukele motivó, también, múltiples denuncias de los organismos de derechos humanos sobre detenciones arbitrarias, torturas en las cárceles y otros crímenes de Estado.
Frente a ello, partidarios de Bukele refutan, señalando que en toda “guerra interna” de gran importancia o envergadura, en el cual se busca salvar a una nación, inevitablemente, siempre hay víctimas inocentes. Lo cierto es que El Salvador ha pasado a convertirse en uno de los países más seguros de América y Bukele en el líder más popular de la región latinoamericana.
Bukele ha señalado que, ahora, en su segundo gobierno buscará sacar a su país de la corrupción y de la pobreza, que también azotan a este pequeño país centroamericano.
Mientras tanto en el Perú nos preguntamos: ¿Qué debemos hacer nosotros para enfrentar de manera efectiva a la delincuencia, al crimen callejero y también al crimen organizado?
¿Podemos de alguna manera imitar a Bukele como en El Salvador? ¿O podemos crear otras alternativas en la lucha contra la delincuencia?
El debate está abierto.