El director regional de Salud de Junín, Gustavo Llanovarced confirmó a Huanca York Times que trece establecimientos de salud han paralizado su atención y cerraron sus puertas, tras el secuestro del técnico en enfermería Jorge Contreras Palacios, en distrito de Vizcatán del Ene.
Paralizaron sus labores los centros de salud de las localidades de Vizcatán del Ene, Río Tambo, Selva de Oro, Alto Mantaro, Anapati, Alto Anapati, Catungo Quempiri y Quempiri, donde la presencia del Estado es casi nula.
Llanovarced, además, dijo que funcionarios de la Diresa y una comitiva de delegados de la Microred de Salud Valle Esmeralda, encabezados por Leonel Llacuachaqui, se reunirán con el ministro de Salud, César Vásquez, para buscar mecanismos que garanticen la seguridad del personal de salud sin que disminuya la calidad de las atenciones.
El cierre de los trece establecimientos de salud ya lleva tres días y dejó sin atenciones sanitarias a por lo menos mil familias de la cuenca del Río Ene, en la provincia de Satipo. El personal de salud se replegó abandonando sus funciones por temor a su integridad y demandan garantías del Estado para su seguridad. Con movilizaciones y vigilias pidieron su reubicación a otras zonas
Apoyo a familia del secuestrado
El director Llanovarced señaló que la Red de Salud de Satipo brinda el apoyo a la familia del enfermero secuestrado; es decir, su esposa y sus hijas.
El funcionario agregó que se mantiene en contacto con las autoridades políticas y comunitarias de Vizcatán del Ene y los militares para brindar protección al sector salud, en tanto las investigaciones policiales están cargo de la comisaría de San Martín de Pangoa, donde los familiares de la víctima denunciaron el secuestro.
Siete días desaparecido
El enfermero Jorge Contreras lleva siete días de desaparecido desde que el jueves 7 de setiembre, fue retenido en la localidad de Alto Mantaro, cuando con sus colegas retornaba al puesto de salud de San Juan Mantaro, tras una atención médica en la jurisdicción del distrito de Vizcatán del Ene.
Unos sujetos desconocidos interceptaron el vehículo en el que se trasladaban y usando palabras de grueso calibre obligaron a descender al técnico de enfermería, a quien acusaron de ser “agente de inteligencia de las Fuerzas Armadas”.