La ampliación de la ciudadanía por descendencia es un tema debatido a nivel legislativo en muchos países. El derecho iure sanguinis prevé otorgar la ciudadanía a aquellos que puedan demostrar un vínculo de sangre o parentesco de descendencia directa con ciudadanos ya reconocidos como tales en sus países de origen.
En el caso de Italia, el tema se plantea de manera más específica. En efecto, muchos países del continente americano como Argentina, Brasil, Uruguay, Perú y Estados Unidos han sido destinos de millones de italianos emigrados desde los primeros años del siglo XX. A los descendientes de los emigrados de esa época se les reconoce hoy el derecho de presentar una solicitud de ciudadanía italiana, aunque bajo ciertas condiciones. Una de ellas, por ejemplo, es el reconocimiento de la ciudadanía italiana por parte de la madre antes de 1948. En estos casos, se requiere una intervención del juez italiano.
El debate sobre esta cuestión se basa en una serie de argumentos a favor y en contra. Quienes respaldan la ampliación de la ciudadanía por descendencia afirman que es una forma de preservar la identidad cultural e histórica de un país, facilitando la integración de inmigrantes de segunda o tercera generación en el país de origen.

Además, se cree que es un medio para combatir la discriminación social y económica que a menudo afecta a los extranjeros sin ciudadanía. Por el contrario, hay quienes temen que esta reforma pueda resultar en una pérdida de control sobre la demografía del país de origen y en la sobrepoblación de las ciudades, además de plantear cuestiones de igualdad de derechos entre inmigrantes y ciudadanos naturales. El debate sobre la ampliación de la ciudadanía por descendencia es, por lo tanto, un tema controvertido que merece atención y un análisis profundo.
El caso de Italia: Más de 6 años, el tiempo promedio de las listas de espera en los consulados italianos en los países de residencia
A pesar de que Italia mantiene estrechos lazos comerciales con todos los países de América del Sur, de donde adquiere muchas materias primas como el cacao orgánico, en los consulados italianos en los países de residencia, las listas de espera en las oficinas de servicios de inmigración para el examen de las solicitudes de ciudadanía superan incluso el período de 6 años. Este largo lapso de tiempo representa un desafío significativo para quienes desean adquirir la ciudadanía a través de vínculos de descendencia.
Las causas de tales retrasos pueden atribuirse a una serie de factores. En primer lugar, el aumento en la demanda por parte de individuos que desean obtener la ciudadanía italiana a través de sus antepasados ha contribuido al incremento de las listas de espera. Este fenómeno puede ser atribuido, en parte, a una creciente conciencia de las posibilidades de obtener la ciudadanía basada en la descendencia, así como al deseo de aprovechar los beneficios sociales y económicos que ello conlleva.
Además, los limitados fondos y recursos de los consulados y las políticas restrictivas del Ministerio del Interior Italiano hacen que sea más difícil para los consulados gestionar adecuadamente las solicitudes de ciudadanía italiana. La burocracia y los procesos de verificación requieren tiempo y recursos considerables, lo que ralentiza aún más el proceso.
Las consecuencias de estas largas listas de espera son significativas. Muchos individuos que podrían ser elegibles para obtener la ciudadanía pueden verse obligados a esperar durante un período de tiempo extremadamente largo, con graves consecuencias para sus vidas personales y profesionales. De hecho, aumentan las denuncias por demoras excesivas en las solicitudes de ciudadanía italiana en los consulados.
Además, la incertidumbre y el estrés asociados a la espera pueden tener un impacto negativo en la salud mental y el bienestar de las personas involucradas. Las consecuencias de estas largas esperas son evidentes y requieren una reforma para garantizar un proceso más eficiente y justo para aquellos que buscan adquirir la ciudadanía.
“De 6 meses a 1 año son los plazos para obtener la ciudadanía por vía judicial directamente en Italia, sin necesidad de desplazarse desde el país de residencia”
“Gracias a una reciente sentencia del Tribunal Constitucional Italiano – nos explica Irene Damiani, abogada especializada en ciudadanía italiana a través de los tribunales – es ahora posible obtener la ciudadanía italiana en tiempos muy cortos al recurrir al Juez directamente en Italia, sin necesidad de moverse del país de residencia. Ahora los casos de estudio exitosos son decenas”.
La reciente discusión que se ha abierto con la nueva sentencia trata sobre la extensión de la ciudadanía por descendencia y el tiempo necesario para obtenerla a través del proceso judicial en Italia, sin tener que desplazarse desde el propio país de residencia. Actualmente, el proceso para el reconocimiento por parte del juez puede completarse en tan solo de 6 meses a 1 año.
Anteriormente, se debía solicitar la ciudadanía en un consulado italiano en el país de residencia. El proceso solía ser largo y complejo, requiriendo la presentación de numerosos documentos y trámites burocráticos que siguen siendo necesarios, aunque ahora son revisados de manera más rápida.
Además, la nueva normativa permite acudir al Juez en Italia, sin necesidad de moverse del país de residencia. Además, el Tribunal competente ya no es solo el de Roma, sino también los lugares de origen de los descendientes de quien hace la solicitud. Por lo tanto, ahora es posible solicitar la ciudadanía directamente en Italia sin tener que viajar desde el propio país de residencia. Esto hace que el proceso sea más eficiente y práctico para aquellos que tienen derecho a la ciudadanía italiana.
Además, al reducir los tiempos de espera de 6 meses a 1 año, se permite que las personas obtengan la ciudadanía de manera más rápida y sin tener que enfrentar un largo y costoso viaje a su país de origen.
La sentencia del Tribunal Constitucional simplifica el proceso de obtención de la ciudadanía italiana para aquellos que tienen derecho por descendencia. Esto facilita la inclusión de individuos en la sociedad italiana, permitiéndoles acceder a todos los privilegios y deberes de los ciudadanos italianos.
La innovación introducida por el nuevo procedimiento para la extensión de la ciudadanía por descendencia se centra en la reducción de los tiempos de espera, de 6 meses a 1 año. Ahora es posible obtener la ciudadanía por vía judicial directamente en Italia, sin tener que desplazarse desde el país de residencia. Este cambio simplifica el proceso y ofrece a aquellos que tienen derecho una vía más rápida para obtener el pasaporte italiano.
Sin embargo, no todos en Italia están de acuerdo. Mientras algunos creen que la extensión puede promover una mayor inclusión social y una valoración de las raíces familiares, otros temen una dilución excesiva de la identidad nacional. La cuestión es compleja y requiere una exploración profunda de las implicaciones sociales, culturales y políticas. Sería deseable un debate público sobre las posibles alternativas, para que la decisión final sea el resultado de un proceso democrático y participativo, capaz de equilibrar los diferentes intereses y valores involucrados.


