Que juren frente a los huacones

"Este juramento de las nuevas autoridades frente a nuestros “alcaldes huacones”, que simbolizan el respeto a la moral y las buenas costumbres debería ser un imperativo de honor y dignidad."
Periodista Jorge Ponce
Jorge Ponce
Jorge Ponce
Periodista
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En este primer artículo del nuevo año, me referiré a un simbolismo relacionado con las nuevas autoridades subnacionales, como el gobernador regional y alcaldes que asumieron ayer sus cargos. Simbólicamente también se puede configurar valores con que deben contar dichas autoridades en una sociedad caótica en la que nos ha tocado vivir desgraciadamente.

En estos días en el que se desarrolla esa danza ancestral denominada la Huaconada en la localidad de Mito, allí deberían asistir Zósimo Cárdenas, Dennys Cuba, Julio Llallico y César Damas, para jurar ante los huacones que no robarán los dineros del Estado.

Que ejecutarán las obras bien hechas y en el tiempo establecido. Que no embaucarán al pueblo con discursos demagógicos. Rodearse de funcionarios competentes y con solvencia moral. Que no traficarán en la contratación de los trabajadores y entregarles el pago justo de sus salarios. En suma, cumplir con todo lo que ofrecieron durante sus campañas electorales.

“Que no embaucarán al pueblo con discursos demagógicos. Rodearse de funcionarios competentes y con solvencia moral. Que no traficarán en la contratación de los trabajadores y entregarles el pago justo de sus salarios. En suma, cumplir con todo lo que ofrecieron durante sus campañas electorales.”

Este juramento de las nuevas autoridades frente a nuestros “alcaldes huacones”, que simbolizan el respeto a la moral y las buenas costumbres debería ser un imperativo de honor y dignidad. Y no solo eso, cada 1 de enero de los cuatro años venideros que dura el mandato, comparecerán para rendir cuentas sobre el trabajo realizado durante el año.

No habrá mejor control y sanción que el látigo tronador del huacón. A ver si de esta manera nuestras autoridades extirpan esa maldita lacra de la corrupción, la sinvergüencería y el engaño.

Recuerdo que hace algunos años atrás el exgobernador de Huancavelica, Maciste Díaz, voluntariamente asistió a juramentar simbólicamente frente a los belicosos Chopccas. Pero no pasó de eso. Más fue la peliculina sinvergüenza, antes que el respeto al honor y la dignidad.

Serán capaces estas nuevas autoridades de la región Junín asumir este reto simbólico. Ojo, que el 4 de enero, último día de la huaconada, danzarán, únicamente, los venerables huacones ancianos. Gran oportunidad para honrar el voto mayoritario que el pueblo les otorgó.

Anímese don Zósimo, vaya a Mito, así como anunció asistir a Pichanaki.

El pueblo en la calle será el mejor juez para que el gobernador regional y los alcaldes sean aplaudidos o reciban los latigazos.