Hoy, tras un martirizante partido de más de 120 minutos y una tanda de penales, frente a un rival sin grandes figuras, parecido al nuestro, saboreamos nuevamente el sabor de la derrota. Un equipo que estaba acostumbrándose a ganar cayó, junto con un país, en la desilusión ¿acaso estabamos viviendo un sueño?
Huanca York Times transmitió desde el parque Huamanmarca los pormenores del que parecía convertirse en un día histórico, hinchas vestidos con la camiseta y hasta mascotas con los colores de la seleción. La esperanza de llegar a Qatar se instaló tan fuertemente en la colectividad, que hasta el menos futbolero del barrio creyó en la proeza, “un último partido y al Mundial”, pensamos.
Un largo camino, victorias dramáticas como las que tuvimos frente a Colombia y Paraguay, sirvieron para reforzar la idea del triunfo, pero en el partido de hoy nuestros jugadores no llegaron a encontrarse en la cancha, imprecisiones notables con la retención y definición del balón nos dejaron fuera, nos quemamos en la puerta del horno y no pudimos hacer nada.
Así, tras una tanda de penales, la selección australiana le ganó a Perú por 5 goles a 4. Fallaron Advícula y Valera, sufrimos todos. Con el silencio y la tristeza inundando las calles, debemos asumir que no estaremos en el mundial, asumir que no dimos la talla y que no siempre la suerte está de nuestro lado.