El alcalde de Trujillo, Arturo Fernández Bazán, suspendido en el cargo, ha abandonado el Perú a pocos días de una audiencia judicial programada para el 26 de enero y que podría enviarlo a la cárcel. La audiencia estaba relacionada con una sentencia previa por difamación a la oficial PNP Nataly Rojas Rojas.
De acuerdo a las publicaciones en sus redes sociales, Fernández viajó la semana pasada a El Salvador buscando reunirse con el presidente Nayib Bukele. Al no lograr su objetico, el domingo estuvo en Lima y desde ahí confirmó que ese mismo día partiría rumbo a Praga, capital de la República Checa. No regresó a Trujillo.
El suspendido alcalde de Trujillo explicó que tenía una invitación de dos a tres semanas para visitar el hospital donde se especializó en ginecología. Mencionó que el viaje estaba pagado y que aprovecharía para ponerse al día con los avances médicos desde que dejó la medicina para asumir la alcaldía.
SUSPENDIDO Y DESAFIANTE
No obstante su decisión de salir del país, el Juzgado de Investigación Preparatoria de La Libertad lo había citado para la audiencia judicial el 26 de enero a las 3 pm. Aunque Fernández podría conectarse de forma virtual desde Europa, su presencia física era requerida como parte de las reglas de conducta impuestas en su sentencia previa.
Como se sabe, la exautoridad de Trujillo adeuda 20 mil soles de reparación civil a la oficial Rojas, como parte de ese primer caso de difamación. Pero, además, enfrenta nuevas demandas por difamación, por lo que la posibilidad de ir a la cárcel aún está latente.
Aún tiene querellas pendientes por difamación interpuestas por el exdirector del Proyecto Huacas de Moche, Ricardo Morales; con el exjefe de la III Macro Región Norte, general PNP Augusto Ríos y con el propio presidente de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, Víctor Burgos Mariños.
DELIRIUM TREMENS
Entretanto, antes de partir al extranjero, Fernández advirtió que no descansará hasta denunciar nuevamente a la teniente Nataly Rojas (quien ganó el juicio por difamación a la exautoridad de Trujillo) para que ella termine en la cárcel en lugar de él. La defensa legal de la oficial ha preferido guardar silencio ante estas amenazas.
Asimismo, cuando le impusieron las medidas restrictivas a Fernández, no se incluyó la prohibición de salir del país. Al parecer, el exalcalde de Trujillo ya había tramitado viajes ante la posibilidad de ir a prisión por estos casos.
Al respecto, Fernández confirmó que el día después de dejar la alcaldía, contactó a un amigo europeo que le cursó la mencionada invitación para realizar una pasantía médica. Su defensa legal ya había conseguido aplazar la audiencia judicial programada.
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