El ingeniero agrónomo Alain Brisen Rutti Chachico, especialista en mejoramiento genético de las plantas, lleva cinco investigando la adaptabilidad del maíz morado en Sicaya, Huancayo, una variedad que introdujo con el objetivo de que sea cultivado comercialmente por los agricultores del valle del Mantaro.
Alain Rutti está a la mitad de su investigación, pues “este tipo de trabajos demora de 10 a 12 años, hasta lograr un adecuado mejoramiento genético”, anota. Y por primera vez ha logrado sembrar dos hectáreas de maíz morado en terrenos de la comunidad campesina de Sicaya, en convenio con ellos: Los comuneros se ocupan de cuidar las plantas y él de recoger los datos para su análisis.
Cuando Alain inició su investigación era docente del Instituto José María Arguedas de Sicaya y los primeros granos los sembró en los campos experimentales de esta institución de educación superior. En la cosecha de cada año iba seleccionando los mejores maíces y sembrándolos en la siguiente campaña. Así, poco a poco, conforme las plantas iban adaptándose a los 3, 300 metros sobre el nivel de mar de Sicaya, iba incrementando la extensión de siembra: en el 2023 ya fueron dos yugadas y media, es decir, un área de 7, 500 metros cuadrados.
El valle del Mantaro es conocido por el cultivo del maíz amiláceo blanco, variedad que tendrá un serio competidor, el maíz morado ‘sicainito’, como le llama a esta nueva variedad, del cual se puede aprovechar los granos, la coronta, las hojas, el tallo; incluso para fines industriales.
Otro aspecto que Alain ha observado es que esta variedad de maíz morado es tolerante a las malezas (aunque disminuye su productividad cuando no hay control de maleza) y a las heladas (siempre que no sean intensas), en comparación con el maíz blanco.
Es una investigación en mejoramiento genético que está logrando estabilizar un alto porcentaje de pigmentación de granos y la coronta, homogeneizar las hileras, así como la distribución de los granos manteniendo la forma cónica en la mazorca, diferenciándose de los granos pequeños del típico maíz morado proveniente de otras regiones.
Aunque para llegar a un 92% de uniformidad aún faltan otros cinco años.
Actualmente, Rutti realiza estudios en Ahuac y Sapallanga para visibilizar la adaptación de esta variedad ante las inclemencias del clima de estas zonas.
El maíz morado es un cultivo adaptado a 2,800 o 2900 m.s.n.m., como en Cajamarca, Ayacucho y otros territorios. El agrónomo Rutti lo está adatando a los 3,300 metros de altitud del valle del Mantaro. Y quiere llevarlo a los 4 mil metros.