“El gato de despensero” en Migraciones

"Lo más grave era que esta mafia estaba encabezada por la mismísima directora de esta oficina, Katherine Rafael Rivero, y cuya mano derecha era un venezolano llamado Amílcar Marcanon".
Periodista Jorge Ponce
Jorge Ponce
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Periodista
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Lo que viene aconteciendo en el sector Migraciones es una muestra más de la miseria moral que corroe a nuestro país.

La Policía Nacional, a través de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac), dio a conocer sobre un destape que venía sucediendo en la oficina de Migraciones Huancayo, donde funcionaba una presunta organización criminal que por lo bajo y previa coima expedía pasaportes, permisos de residencia y otros servicios.

Pero lo más grave era que esta mafia estaba encabezada por la mismísima directora de esta oficina, Katherine Rafael Rivero, y cuya mano derecha era un venezolano llamado Amílcar Marcanon.

Sin embargo, la sorpresa mayor, según refiere la fiscal Angélica Osorio Fernández, es que uno de los caseritos y beneficiario fue el dueño y mandamás de Perú Libre, Vladimir Cerrón (hoy prófugo de la justicia), quien en tiempo récord (un día) obtuvo su pasaporte.

El viejo tribuno Manuel Gonzales Prada decía con toda razón que en el Perú “donde se pone el dedo, salta el pus”.

Todos sabemos sobre la enorme cantidad de venezolanos inmiscuidos en el crimen que ha desembocado en una creciente inseguridad ciudadana. Ahora conocemos como esta gente indeseable que “como Pedro en su casa” ingresaban y salían del país, amparados en documentos emitidos irregularmente por Migraciones.

Y cómo no iba a suceder esto si es que en el interior de la misma dirección de Migraciones Huancayo se hallaba un operador venezolano que manejaba la clientela.

En este entuerto delictivo se favorecían, también, dueños de clínicas, administradores del sector Salud, empresarios y funcionarios públicos, que coimeando y muy orondos conseguían sus pasaportes, ya sea de categoría “Especial Ordinario o Diplomático”. Sería bueno que en algún momento se llegue a conocer los nombres de los más resaltantes beneficiados.

Mientras que muchos ciudadanos peruanos tienen que esperar meses para obtener un pasaporte, la mafia entregaba como volante dichos documentos a sus clientes sin importar si registraban antecedentes policiales, judiciales o si se hallaban requisitoriados por la policía internacional.

En este importante trabajo efectuado por la División de Investigaciones de Delitos de Alta Complejidad de la Policía Nacional en coordinación con la Fiscalía se informa que entre todo el material incautado durante los operativos se tiene, también, escuchas telefónicas de funcionarios de Migraciones que implican a Vladimir Cerrón.

Pues bien, este trabajo recién comienza. Veremos cómo termina