[ACTUALIZACIÓN 4/02/2024; 21:00 horas]
Este domingo, en el cuarto día de labores para encontrar y recuperar los cuatro cuerpos de la familia asháninka, sepultada por el deslizamiento de un cerro que los sorprendió la mañana del jueves uno de febrero, mientras trabajaban en una chacra de palillo, en el centro poblado Monterrico, distrito de Mazamari, provincia de Satipo.
Los cadáveres recuperados corresponden a los esposos Florentina Marcos Piori (29), Eugenio Mishicuri Quispe (33) y sus hijos Isaac M.M. (6) y Jhan Carlos Q. M. (13).
Los cuerpos fueron trasladados a la comisaría de Mazamari, donde sus familiares recibieron los certificados de defunción. El velorio y el entierro serán en la comunidad nativa de Tsiriari.
[ACTUALIZACIÓN 4/02/2024; 15:00 horas]
Alrededor de las 11:30 de la mañana de este domingo fueron hallados los cuerpos de Eugenio Mishicuri (34), abrazado al de su pequeño de 6 años. Faltan recuperar los cadáveres de la mamá Florentina Marcos (29) y otro menor, también hijo de la pareja.
Esta familia asháninka fue sepultada el jueves 1 de febrero por el deslizamiento de un cerro que los sorprendió cuando cosechaban palillo en el centro poblado Monterrico, en Mazamari.
El alcalde de Mazamari, Jhony Rudecindo Apolinario Caso, presente en la zona del rescate, anunció que este lunes arribarán a Satipo ministros de estado para brindar ayuda.
[NOTA ORIGINAL 3/02/2024; 22:41 horas]
Un gran pedazo de montaña se desprendió y sepultó a una pareja de peones que trabajaban en un terreno agrícola cosechando palillo junto a sus dos hijos menores, cerca de la carretera Satipo – Puerto Ocopa, en el poblado de Monterrico, en el distrito de Mazamari.
Durante tres días las autoridades locales y equipos de emergencia trabajan en la recuperación de los cuatro cuerpos. Con excavadoras y palas intentaron remover la mayor cantidad de tierra, pero esta noche suspendieron las operaciones debido a la inestabilidad del terreno y las condiciones meteorológicas adversas.
Policías, bomberos y agentes de Serenazgo, capacitados en este tipo de labores, atienden la emergencia y apoyan las labores de rescate.
En el corazón de la tragedia, entre escombros y lamentos se teje esta historia de pérdida que estremece.
Eugenio Mishicuri Quispe (32), natural de la comunidad nativa Tsiriari, realizaba la jornada con su esposa Florentina Marcos Piori (29), y sus cuatro hijos menores a cuestas.
Un fuerte calor asolaba la mañana, cuando fueron sorprendidos por el derrumbe que llegó como el sonido de un río. Eugenio, su esposa y sus pequeños de 13 y 8 años no pudieron escapar de la sombra del derrumbe y terminaron sepultados.
La risa de los niños resonó en el silencio.
La esperanza que pendía de un hilo frágil se desvaneció esta noche porque los rescatistas encontraron las jabas de plásticos en la que guardaban la cosecha de palillo, las sandalias y las mochilas de las víctimas.
Este triste capítulo de una familia de la comunidad asháninka abraza un dolor compartido a la espera de un rayo de luz que disipe el dolor.