El derrame de petróleo frente a Ventanilla, en Lima, ha dejado considerables daños en el mar peruano, informó Mongabay Latam. La presidenta del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), Miriam Alegría Zevallos, ha indicado que el hidrocarburo se movilizó 18 mil metros cuadrados sobre el mar y ha avanzado hasta la Reserva Nacional de Islas, Islotes y Puntas Guaneras, y la Reserva de Ancón.
Todo inició con el derrame de 6 mil barriles de petróleo, el pasado 17 de enero, en la refinería La Pampilla de propiedad de la empresa española Repsol, a pesar que inicialmente la cantidad fue negada por la firma. Por esa negativa ahora tendría que pagar 35 millones de dólares, informó el ministro del ambiente, Rubén Ramirez.
Cálculos preliminares indican que la superficie contaminada es similar a 16 mil canchas de fútbol.
Asimismo, investigaciones periodísticas han revelado que Repsol ya tenía tres sanciones por el OEFA que ascienden a 185 Unidades Impositivas Tributarias, equivalente a 852 mil 642 soles, acumulados en los años 2013, 2016 y 2018. Por su parte, el Ministerio Público ha iniciado una investigación preliminar contra los representantes legales de la refinería, por el presunto delito de contaminación ambiental.
Por otro lado, el biólogo marino Yuri Hooker, de la Universidad Cayetano Heredia dijo a Mongabay Latam que los daños causados son en tres niveles, el primero que tiene relación con el impacto en las aves marinas, mamíferos acuáticos, lobos de mar, delfines, entre otros.
El experto indicó que entre Ventanilla y Chancay habían 10 nutrias marinas vivas, una especie en extinción. ¿Estarán vivas?
El segundo nivel de daño causado se da en las arenas, las rocas y la biodiversidad que de estos espacios. Finalmente, el tercer nivel de daño es en las profundidades del mar donde el hidrocarburo se expanderá y terminará por formar una masa grasa que envolverá a las especies que habitan, contaminando y matando especies.